Cueva de Fell, Parque Nacional Pali Aike. Punta Arenas - CHILE
Los primeros pobladores del Extremo Sur de Chile ingresaron desde el norte y vÃa terrestre a la región patagónica meridional hace aproximadamente 11.000 años, cuando los hielos de la última glaciación se habÃan retirado hacia las cumbres cordilleranas, dando paso a condiciones climáticas más templadas. Las evidencias de estos primeros grupos de cazadores-recolectores, agrupadas en este caso bajo la denominación de PerÃodo Cultural I o "Paleoindio", han sido encontradas en la zona volcánica esteparia de Pali Aike, cuyos restos culturales guardan cierto grado de relación con varios hallazgos efectuados en otros sectores de América (p.e., Ecuador).
Uno de sus sitios es la Cueva de Fell, un abrigo rocoso situado en la estancia Brazo Norte, a orillas del rÃo Chico o Ciake, dominando un angosto pero fértil valle que surca el árido paisaje estepario, en las proximidades de la frontera con Argentina. Este sitio representó un lugar de campamento periódico utilizado por el hombre en aquellas épocas cuando aún reinaban el frÃo y los grandes animales hoy extintos, situación que le convertió en un referente fundamental para entender el PerÃodo Paleoindio.
Es asà como, en las postrimerÃas del último perÃodo glacial, una corriente de cazadores detectados en la Cueva de Fell cubrió el extremo sur de Chile y Argentina a través de varios paraderos muy homogéneos, perdurando hasta la disolución de los rasgos paleoindios. Uno de los artefactos que simbolizan su presencia es la punta de proyectil llamada "cola de pescado", debido a que la base que penetra en el dardo tiene ese aspecto. Estas puntas se usaron aquà intensivamente, ya que incluso las volvÃan a reparar después de ser usadas y, a juzgar por su ubicación en los fogones donde asaron presas de caballo americano, se usaron para despresar fauna pleistocénica.
En el fondo de este refugio los vestigios paleoindios, sellados por cenizas durante una erupción volcánica regional, se han datado entre los 9.000 y 8.000 años a.C. Aquà además confeccionaron litos en forma de discos pulidos para ser usados probablemente en ciertas ceremonias, pero los artefactos más comunes eran las mencionadas puntas "cola de pescado" junto a otros instrumentos de piedra como los dedicados al trabajo de las pieles o cuero, incluyendo finos punzones y retocadores usados en la recolección o elaboración de herramientas lÃticas.
Con estos instrumentos podÃan sustentarse de animales tan diversos como el milodón (Mylodon listai), el caballo americano (Parahipparion saldasi), guanaco, zorro, puma, aves, roedores, además de la recolección de huevos de avestruz. Es decir, junto a la fauna extinta aprovecharon las especies modernas, algunos escasos alimentos de recolección y ningún producto del litoral, a pesar de su relativa cercanÃa. En Fell la ocupación posterior a este estadio se ha datado con más de 7.000 años a.C., cuando los rasgos paleoindios clásicos han desaparecido, aunque algunos instrumentos tales como los raspadores de cuero persisten en la secuencia.
A partir de esta instancia, se nota que los cazadores terrestres desarrollaron prácticas alimentarÃas que combinaron recursos, integrando el mar en la esfera de sus labores domésticas. Es asà como, a partir del paso de los cinco perÃodos restantes detectados en Fell, durante los cuales el clima se hizo más benigno, las puntas de proyectil se empequeñecieron hasta adaptarse al uso del arco y la flecha para cazar especialmente guanacos y ñandú, se incorporaron las boleadoras para atrapar las aves, y se incrementó considerablemente el consumo de moluscos recolectados en la costa, se fue formando la etnia conocida históricamente como Aonikenk o tehuelches meridionales quienes ocuparon la estepa patagónica entre el rÃo Santa Cruz (Argentina) por el norte y el Estrecho de Magallanes en el sur, por lo menos, hasta el siglo XIX cuando comienza su extinción debido al contacto con el hombre blanco.